domingo, 18 de marzo de 2018

Ayer tuve que ir a urgencias al Hospital con mi hermano. No dormía. Cuando salimos del hospital era la una y cuarto. Ni Dios por las calles de la ciudad. La gente está asustada. Los incidentes de Lavapiés por aquello del mantero, la situación de que la calle es ya política, atemoriza a muchos, que prefieren qedarse en casa. Lo comentamos con el taxista. El taxista decía que era el frío lo que mantenía a la gente en casa. Yo le dije que hay otras razones. La gente está politizada. El otro día fueron las mujeres, ayer los jubilados y  quién sabe quién se apuntará al carro. Madrid parecerá otra vez un manifestódromo. No me gustan las manifestaciones. Las odio. No crean más que problemas y malestar. La gente cree que el dinero sale de la chistera de los políticos, al igual que los derechos. Por otro lado, el jefe de mi asociación ha anulado la actividad de ver una película y la cambia por ir a la manifestación de los jubilados. "Iremos como amigos", dice. Yono soy amigo de ninguno de la asociación. Mi asociación también se ha politizado. Otra mierda que ha llegado a una asociación "de ocio y tiempo libre". Menuda mierda. No vuelvo a ir en una temporada o ya no vuelvo a ir nunca. Ojalá se disuelva esta asociación para siempre por tramposa. La gente habla mucho de política. Unos políticos asquerosos que son gentuza han politizado la vida de España y lo han enrarecido todo.  Hacen política con la gente, no con argumentos, mueven a la gente en quimeras inalcanzables, la hacen creer que si salen con una pancarta conseguirán el oro y el moro. Me recuerda a aquella época de la II república que todo eran derechos y deseos de cambio. Pues vaya cambios que va a ver aquí en España. Quizás nos parezcamos a Grecia más pronto que tarde.

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