jueves, 18 de enero de 2018

He creado un personaje que es igual que yo. Y ya he contado su malestar existencial y su rutina. Me falta buscarle una novia antigua con la que ha cortado pero sigue viendo y es como una rémora sentimental. Y después, ya no sé qué contar de él, como no sé contar más de mí en este blog, solo que me siento incompleto y cosas así. Pero mi personaje no puede estar incompleto existencialmente hablando y necesita un conflicto que le haga salir de esa situación rutinaria que también es la mía. Si yo no puedo sustraerme a la vida que llevo, mi personaje sí que podrá. ¿Y cómo lo haré? Pues por medio de un viaje o una mujer.
O quizás la solución sea metafísica, o sea que mi personaje cambie de actitud y vea la vida de otro modo. Pero para eso se necesita un cambio. ¿Qué cambio va a operarse en mi personaje? Pues no lo sé, pero deberá vivir la vida que él merezca, no una de tres al cuarto como vivo yo.
Mi personaje es bueno, es sencillo pero está atribulado por una sociedad que no entiende y una vida que no le satisface. ¿podría una mujer cambiar este estado de cosas? No sé. Probaré a inventar otro personaje hembra a ver qué tal.

La literatura es invención pero se sujeta en la realidad.

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