jueves, 14 de septiembre de 2017

Hay un intento de vivir mejor que no sé si pasa por conocer gente nueva que ayude a relativizar mi absoluto vital y mi rutina de días iguales. Hay un deseo de viajar aunque sea aquí al lado para ver cosas nuevas que relativicen el absoluto local. Hay un deseo de cambio. De todas formas, para agobiarme más y poner tasa a mi vida de alguna manera, he calculado que me quedan veintidós años de vida operativa. Lo demás, a partir de mis setenta años, casi sobra. La vida es breve, sí, y se hace más breve si no se vive.
Pero bueno. Es lo que hay. Podría yo estar peor de lo que estoy si evaluamos la variable de no haber podido tener independencia económica como tengo. En la vida hay muchos yugos que uno debe ajustarse al cuello como uno pueda y tirar para adelante.
El otro día estuve comiendo con un amigo que decía que para los cuatro días que está uno en el mundo más vale tener un montón de dinero para poder disfrutar. Yo no he tenido nunca ese pensamiento. No me han transmitido el deseo de dinero. Con lo que tengo, vivo. A mí, lo que me gustaría quizás, es conocer más gente para pasarlo bien. Y creo que ni eso, que la gente suele dar problemas. Los amigos, según dice la tradición, se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. En fin, por muchos deseos que tenga yo de pasarlo bien, mi vida es mi vida y he de aceptarla como es, como hace el común de los mortales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario