viernes, 19 de mayo de 2017

Me he sacado de la biblioteca tres libros: "La vida en las ventanas" de Andrés Neuman, "El hombre a los cincuenta" de Goethe y "La hermandad de la uva" de John Fante. Son obras breves que no tardaré en leer. La primera no me está gustando mucho ya que es la vida de un adolescente o universitario que cuenta cosas bastante anodinas. Espero que Goethe me entretenga más. La última novela está mejor y cuenta anécdotas o el ambiente de unos borrachines.
Eso de haberme leído un libro e ir a por otro a la biblioteca me llena de emoción pero no parece que he acertado mucho con estos que he cogido. Quería haber cogido "Fausto" de Goethe, pero no lo tenían. Los libros me entretienen un montón y Cervantes decía que no hay libro que no tenga algo bueno en su interior.
La lectura de un libro siempre sorprende con algún dato o algún giro de la historia que nos emociona o nos resulta llamativa.
Como decía Borges, el libro no es como una espada o un arado, que son prolongaciones de nuestras manos sino que el libro es una creación única e irrepetible del ser humano.

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