jueves, 11 de mayo de 2017

En España hay mucho cachondeo en todos los aspectos de la vida. Cuando con dieciocho años se podía trabajar y ganar mucho dinero, un montón de jóvenes dejaron los estudios convirtiéndose en mano de obra no cualificada. Luego, volvieron a los estudios con la crisis. Respecto de la sanidad, que cuesta un montón a los españoles, hay gente (no digo una mayoría ni una minoría) que se la toma a risa. No siguen las indicaciones de los médicos, hacen excesos y luego, vuelta al médico al que, después de un tiempo, vuelven a ignorar. Los trabajadores no velan por sus intereses y los jefes ni mucho menos por sus trabajadores. Hay en el ambiente español una forma de entender la vida de forma chapucera y libertina, de modo que nada funciona nunca como debiera funcionar. Y así hacen los políticos, que, viendo cómo funciona la generalidad del país, roba a conciencia lo que no está escrito. Eso nos pasa por no tomar en serio las cosas importantes de la vida y dirigirnos por un breve placer que estropea al final todo lo que construimos.

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