domingo, 27 de diciembre de 2015

En mi fuero interno, hoy y los días anteriores a hoy, me preguntaba qué era eso de la Navidad, por qué yo no la veía por ningún lado por más que hago por mirar signos de ella. Oía villancicos, el telediario hablaba de Papás Noeles y Reyes Magos y regalos y cuentos para niños y actuaciones especiales y qué se yo. Pero yo veía a la gente, que es donde para mi pensar debe residir la Navidad, y en la gente yo no veía nada que no viera este verano. Encima, teníamos una temperatura de 15 grados todos los días, no había nieve ni frío por ningún lado. Yo creo que se agotan los temas y el de la Navidad está agotándose porque si no, yo no me explico ese pasotismo por la Navidad que viene cundiendo estas Navidades de hace tres o cuatro años. Será la crisis, será la desgana de creer un año tras otro en la misma cosa, no lo sé, pero lo que observo es que la gente ni tiene el espíritu de la Navidad ni tiene nada. Son unas fiestas como otras, como puede ser Santiago Apóstol o el día del obrero, en las que la gente se dedica a descansar únicamente.

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