miércoles, 11 de noviembre de 2015

Hace unos días me pusieron la vacuna de la gripe. A los tres días de ponérmela he sufrido un gripazo tremendo. No sé si esto funcionará así pero a mí que no se les ocurra volvérmela a poner.
Las cosas que se hacen por costumbre a veces fallan. Como insultar. Hay gente que insulta con insultos que se pueden considerar pequeños. Todo esto surge de lo chulo y prepotente que sea el insultador. Pero, a veces, de tanta chulería y de tanto abuso surge la voz inclemente del insultado y dice: "vete a la mierda".
Y el insultador se queda sin amigo. Por bocazas, porque se creía más que nadie y luego se queda más solo que la una.
A este motivo se añade aquel que es hijo puta e insulta haciendo daño. Ese es especialmente asqueroso y levanta más ampollas. Pero también, con negarle el trato, salimos todos ganando.
Se insulte por costumbre fea de chulo o por hijo puta, no hay que tolerar el insulto. El insulto es asqueroso cuando te llega a las carnes o a las de un familiar.  

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