jueves, 24 de septiembre de 2015

No somos nadie, vivimos de prestado, estamos en un hilo, hoy te toca a mí, mañana a mí: son expresiones para manifestar la fragilidad de nuestra existencia en la Tierra. Pero generalmente, la vida es un poco más generosa de lo que dicen esas advertencias. Nos saludamos con la gente que conocemos un día sí y otro también y nosotros pensamos que el día de mañana albergará nuestro ser una vez más. Pero la vida también es caprichosa y cruel algunas veces. En fin, como dice otro refrán: no hay que confiarse en esta vida hasta que no se tenga un pie en la tumba.
Me pongo fúnebre últimamente y no sé muy bien por qué es. Quizás salen tantos muertos en la tele que no las tengo todas conmigo. Lo peor es que la películas que echan son una colección de muertos que ni nos asombra ni nos inmuta: donde echen un buen polvo o un beso muy bonito, que se quiten todos los crímenes y pistolas de Holliwood y toda esa recua de héroes de pacotilla.
La violencia es asquerosa, ¿por qué la fomentan?

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