miércoles, 27 de mayo de 2015

Antes, cuando te echabas a un amigo envidioso pues eso, no paraba de envidiarte y quizás esa envidia provocaba, por ejemplo, que hablara mal de ti a otros amigos o que discutiera contigo por asuntos que tú no entendías, etc. Hasta que alguien te decía: ese amigo tuyo te tiene envidia y no puede ver que tú triunfes o seas de esta u otra manera porque él quiere ser como tú o tener lo tuyo y como no puede tenerlo, te arma estos líos. Cuando se echaba uno un amigo egoísta se daba uno cuenta de que todo lo quería para sí, te usaba, no hablaba más que de él mismo. Así con un amigo mandamás u otro vicioso y manipulador, etc. Tener una colección de amigos o familiares así te puede arruinar la vida bien arruinada porque uno no sabe qué hacer con tanta gentuza alrededor.
Ahora todo ese volumen de indeseables se llaman relaciones tóxicas y es mejor no tenerlas o aprender a lidiar con esos venenos-personas cuando no nos podemos librar de ellos (en el trabajo, por ejemplo). Nunca se aplica mejor la idea de mejor solo que mal acompañado que cuando te relacionas con un tóxico de estos. Yo conozco un tóxico de estos que es un manipulador, un pesado y un pedigüeño. Y encima se hace la víctima. pero cuando llame procuraré estar solo mejor que con él. Yo ya le he dicho que no le doy ni agua y por eso está amoscado y anda con el victimismo y discute por nada. Que le den. Que llame a su madre para salir por ahí.

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