lunes, 6 de abril de 2015

Ha llegado un momento que estoy tan relajado que no me entran ganas de escribir novela alguna y si acaso, me leo el libro de dejar de fumar con escaso éxito aunque tenga razón el autor en que el tabaco no sirve ni para relajarse, ni para concentrarse ni para quitar el stress. El tabaco es un engaño mental y físico que nos mata poco a poco. Es una adicción fuerte.
Me tumbo en la cama y oigo la ínter. La ínter es una radio muy práctica, no como otras que están hablando en abstracto todo el rato. Llama mucha gente y te enteras de vidas penosas o alegres, según les haya ido a los oyentes. La ínter mola, así que la oigo un par de horas tumbado cuando vengo de paseo de Las Rozas después de comer.
Luego intento escribir y no escribo ni una línea. Releo lo escrito. Me parece bien. Me fumo un cigarrillo pese a las advertencias del libro de dejar de fumar y oigo al periquito chillar y chillar en mi oído derecho hasta que me entren ganas de irme a la calle.
Escuchar es bueno y leer también.

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