viernes, 13 de febrero de 2015

¿Por qué existe hoy en día la manía, casi la necesidad de viajar? Parece ser que todo el mundo viaja, es turista. Los países ven un filón inmenso en el turismo, en su turismo y cualquier cuestión, ya sea cultural, de ocio o cualquier curiosidad es proclive a que sea reclamo turístico. Por ejemplo, se encuentra una piedra en un pueblo que quiere decir no sé qué cosa de no sé qué cultura antigua, algo inusual. Se excava, se ve que esa piedra era para moler avena o centeno y que allí se hacía una cerveza especial hace 2500 años. Ya está el turismo montado. Luego te bebes una cerveza en ese pueblo y te dicen que en ese pueblo llevan haciendo cerveza 2500 años. O cualquier otra chorrada. El turismo es un negocio muy grande y muy rentable. Por eso se promociona. Ir a París. Oh la lá. Ir a Londres. Oh yes, of course. Hay familias que solo ahorran para hacer turismo y luego tener conversaciones con otras familias turistas del tipo: "¿viste esto?", "¿te dio tiempo a ver esto otro?". Hay el turismo de toda la vida que es leer libros que sale más barato y aprendes igual, aunque no estés allí presenciándolo. Porque al final, el turismo es una presencia: el orgullo tonto de decir: "yo estuve allí". Y qué ¿Qué más da que tú estuvieras allí? Turismo presencial. Menuda fatuidad. Yo he viajado más que muchos y no me he movido del sitio. Otros han estado, sí, pero no se han enterado de nada.
Si haces turismo, no presumas. Lo hace todo el mundo casi sin querer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario