jueves, 30 de octubre de 2014

Estas noticias de corrupción a mí me dan igual. Al que no deben dar igual es al desahuciado por el banco donde se lo llevaban crudo. La avaricia humana no conoce límites. Si leyéramos historia antigua veremos que los desafueros eran aún mayores y nadie pagaba sus culpas. El oprimido estaba oprimido de verdad y sin poder hacer nada contra los desmanes de los poderosos. Por lo menos, ahora se los detiene y tienen que pagar sus culpas de una manera u otra. De todas maneras, España es el país del despiporre, aquí todo vale, el más granuja es alabado por lo bien que lo ha sabido hacer.
La gente dice: ¿y si tú estuvieras allí, en ese puesto, qué harías?, dando la razón a los corruptos.
El ladrón en España, desde el famoso Candelas es alabado y llenado de un aura especial. Robar a los ricos, vivir de puta madre con lo robado y morir joven ahorcado. Como Bonny and Clyde, como algún otro que pasó a ser un mito, como el Vaquilla. Hay que saber lo que se admira, pensar si es digno de admiración eso que es inmoral.

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