viernes, 5 de septiembre de 2014

En mi novela "el mendigo", título provisional, quiero demostrar cómo una persona puede huir de la jungla en que se convierte la vida algunas veces y eligiendo la mendicidad como método de vida tranquilo y sencillo, poder reconstruir su vida. Sería al revés que el lazarillo de Tormes, que de mendigo se convierte en pregonero, un oficio que yo pienso que sería codiciado en su época.
Para inspirarme, he leído en internet y en libros una serie de cuestiones sobre el stress que representa para algunos el trabajo, la familia y el modo actual de vida.
Pongo como personaje de mi novela un hombre aventurero y de buena fe pero al que las circunstancias le han arrojado en medio del mobbing en su trabajo y de una mujer que no le deja ni respirar tranquilo. El stress puede llevar a la locura, a no comprender este mundo, a sentirse atrapado si ese stress domina completamente a la persona y la hace presa de los nervios y de la neurosis. Ojalá me salga bien pues quiero hacer un mendigo filósofo con el que poder hacer reflexiones para el lector, para que el lector vea en qué sociedad vivimos. Yo he sufrido stress cuando era profesor y se pasa muy mal, siempre como deseando que llegue una fecha para saltar a la siguiente sin disfrutar de la vida.

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