lunes, 4 de agosto de 2014

A veces pienso que escribir es una actividad propia de gente rara o que no tiene otra cosa mejor que hacer. La gente que me conoce no suele dar mucha importancia al hecho de que yo escriba. Incluso yo mismo no le doy mucha importancia pero he averiguado que en la vida los esfuerzos al final son recompensados aunque a los que hacemos el esfuerzo nos parezca que lo que hacemos no vale un pimiento.
Cuando me pongo a escribir, veo que la historia que avanza tan lentamente, tan esforzadamente no tiene grandes atractivos comparada con otras historias de mayor importancia literaria pero luego leo algunas novelas de esas que se venden mucho y no veo que la mía no tenga algún mérito. Yo se lo quito continuamente a mis historias. Hasta la fecha no me considero escritor ya que no he ganado nada con mis novelas. Este otoño probaré suerte con una o dos novelas que tendré acabadas y ese será el fiel donde yo saldré fortalecido o desesperado. Litera omne continet.

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