jueves, 10 de julio de 2014

Mi novia ha resultado ser una rata. Rata en el sentido de roñosa, avarienta. Se ha arrastrado por no pagar cinco euros de gasolina. Esto es muy grave desde mi punto de vista. No ha pedido perdón tampoco, lo que agrava más la situación. Por culpa de ella, yo me quedé sin ir a El Escorial a pasar la tarde del domingo. Y me estaba haciendo mucha falta distraerme.
La tacañería da asco allí donde se presente. Con la tacañería no se va a ninguna parte y encima quedas como la mierda.
Desde este momento no voy a soltar ni un céntimo de generosidad para agradar a mi novia. Ahora es mi novia la que me tiene que agradar a mí.
Mi novia me agrada: es simpática y todo eso pero nunca sabe pedir perdón y reconocer que se ha equivocado y mucho.
Bueno. Yo tengo que obrar en consecuencia y no dar de mi dinero nada que no tenga que dar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario