domingo, 6 de julio de 2014

La insensatez de la gente no conoce límites. Le da igual a la gente molestar, insultar, vacilar y provocar sin darse cuenta. La gente da una de cal y otra de arena. Un día la gente está amable, cariñosa, amena y otro día incordia como el que más. La gente es lo que tiene, que no se controla, que no medita ni un poquito su estúpido comportamiento. A la gente había que darle unas instrucciones como a los frigoríficos. Esto no se hace, esto no se dice, etc.
La gente suele ir avasallando como los hunos pero nunca se comporta como los renacentistas, que eran humanistas y estaban letrados y todo eso. Para hacer comparaciones históricas con la gente que hay ahora nos hemos de remontar a los bárbaros, esos que entraron sembrando la destrucción y el desorden por todos los sitios metiendo a Europa en los años oscuros. La gente es oscura de mente y de comportamiento, nunca se sabe por dónde va a salir. Hoy en día es mejor no ser gente y ser otra cosa, como por ejemplo, pollastro loco.

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