martes, 3 de junio de 2014

Todos en general debemos hacer un esfuerzo diario para ser normales. Lo digo muy en serio. Yo conozco personas que han hecho  un esfuerzo (creo que para ser así hay que hacer un esfuerzo) para comportarse anormalmente con su familia, con los conocidos, etc. Solo se comportaban como bestias (bestias normales) con sus amigos de farra. Repito: hay que ser normales. Ser normales para mí significa dirigirse por la razón y la virtud (cosas que les debe faltar a esas personas que nombro), no por vicios e instintos primarios. Cuando uno se dirige por la razón, consigue ser amable, cariñoso, no le cuesta nada y la virtud le ayuda a no desear el fin de semana como un poseso demonio de mierda que desea cubata tras cubata. La razón y la virtud son grandes aliados para pasar por esta vida como una persona que sabía estar en cada momento, era agradecido con quien debía y no perdía el culo por el alcohol, la puta fiesta o la fiesta puta y todo lo que hay en la estúpida noche de Madrid llena de cocodrilos infames.

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