martes, 27 de mayo de 2014

Mi madre tiene un enfado muy grande porque sabe que su estancia en el hospital ha de ser duradera. Mi madre, mujer muy hacendosa que no puede soportar estar tumbada todo el día, tendrá que asumir que tiene que aguantar la sesión de antibióticos intravenosos que debe recibir para acabar con la infección que tiene en el corazón. Ha sufrido dos operaciones de las que milagrosamente ha salido con vida: la han operado de pericarditis y de una extracción de su marcapasos que estaba también infectado. Da pena ver a mi madre postrada y quejándose continuamente de tener que permanecer en cama pero a veces recupera el humor y nos hace reír a todos con sus ocurrencias. Yo la he visto mucho peor, cuando salió de la UCI que no parecía mi madre de la expresión de dolor y de desesperación que tenía la pobre. Ahora ha sacado un genio vivo e insultante porque nos hace culpables de su situación o porque nos tiene envidia de que nosotros podemos andar y ella no. En fin, es cuestión de paciencia y esperemos que en un periodo de tiempo vuelva a casa.

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