martes, 6 de mayo de 2014

En los hospitales, si no te mueres de tu propio mal por el que has ingresado, te mueres del puro asco y desconsuelo que te entra. Yo he estado en el hospital Puerta de Hierro acompañando y visitando a mi madre durante la Semana Santa y el puente del 1 de Mayo y eso era un descontrol. No se quedaba ni un médico en esos días de fiesta que revisara nada, se paralizaba todo el hospital esos días y las enfermeras, por más que les decías que mi madre no comía, no tomaban ni una medida, nada más que se dedicaban a apuntar cuando la estaban viendo enflaquecer día a día. La comida se la podrían meter por el culo los médicos porque no se sabía si eso era pescado o qué coño era. Ya te digo: los días de fiesta era como si te hubieran abandonado a  tu suerte y ya puedes poner reclamaciones que se limpian el culo con ellas. Ya te digo. Estar en ese hospital me ha hecho pensar que si no te matan los médicos, te mueres del asco que entra de estar allí o el hambre o la desesperación. Menuda mierda el Puerta de Hierro. 

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