miércoles, 2 de abril de 2014

¿Que me pego la gran vida? Vale. No tengo que madrugar para ir al trabajo. ¿Que he tenido suerte? Vale. Yo me lo he buscado después de trabajar veinte años para la educación porque si no hubiera tenido esos años cotizados, no me habrían dado nada y mi enfermedad (he tenido suerte en eso) se podría haber manifestado antes, antes de que yo me sacara la oposición,  oposición que me ha significado ocho años de estudios ininterrumpidos.
Pero, ¿alguien ha convivido con una enfermedad como el trastorno bipolar y ha dicho que es divertido? Cuando no te levantas hecho polvo, lleno de confusión mental, te entra angustia en cualquier sitio, sientes ansiedad por cosas que a otra persona no le haría ni sensación, sientes el poder maligno de las putas pastillas en tu mente, sientes una depresión continua que te hace la vida más amarga de lo normal, sientes un montón de cosas que la gente normal, simplemente, no siente. La suerte es relativa pues. No me tengo que preocupar del sustento pero sí de una enfermedad que incapacita tu mente para estar totalmente tranquilo. Mi hermano gemelo siempre está con algún asunto: el bajón, la depre, la angustia, etc, al igual que yo. Si me han incapacitado, es porque yo ya no aguantaba mi trabajo pero no he dejado de aguantar mi enfermedad. Suerte relativa pues.

No hay comentarios:

Publicar un comentario