miércoles, 2 de abril de 2014

Nacido para leer. Esa es mi pequeña historia. El lector inventa en su cabeza lo que lee y yo he inventado un montón de sitios, de amores, de batallas, de pueblos escondidos en la selva. Lo que sé lo sé por haber leído libros. Primero por mi cuenta, gastándome las propinas en libros; luego, más sistemáticamente cuando me proponían libros en la escuela y en la universidad. Tengo un panorama de todas las épocas en la historia de España por los libros que he leído. Tengo una idea de algunos caracteres de gentes o de visiones de personas que escribían que decían que el mundo es así o de otra manera por los libros que he leído. Algunos pensamientos de esos escritores han marcado mi manera de pensar definitivamente, más que las charlas de los bares o lo que se cuenta en familia, aunque también.
Si algo me inquietaba, he acudido a un libro que me explicase qué me pasaba o qué era aquel asunto que me preocupaba. He leído poesía y juro que es muy bonito hacerlo cuando estás en la vena de leerla. He pasado páginas de novelas hasta el punto de sentir que estaba en otro mundo, a muchos kilómetros de mi vida y lo he pasado muy bien en definitiva y los libros me han ayudado mucho. Ojalá aprendiéramos de los libros. Están quietos pero serían la revolución si se los hiciera más caso.

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