martes, 15 de abril de 2014

El otro día hablaba con mi novia de que todas las relaciones, al hacerse uno mayor, se van haciendo penosas e incluso, dolorosas. Ella lo decía por una madre que se llevaba mal con sus dos hijas, ya mayores, por el hecho de que esa madre era demasiado recta e imperativa y eso ha hecho fastidiar la relación con sus hijas.
!Anda que no son pocas las relaciones que se van agrietando y malogrando con el paso del tiempo!
Sea por cuestiones económicas, de dependencia o por un carácter que hace que no se deje expresar convenientemente el de los demás y así se aborta la libertad de los que quieren ser libres y el dominante no deja respirar al dominado.
Sea por un inmiscuirse unos en la vida de los otros sin ninguna razón, de modo que harta tanto interés torpe que se pone en la vida de los demás, hastiando y cansando.
La reacción de aquellos que se sienten oprimidos o investigados puede ser salvaje, rompiendo todo lazo con aquellos que oprimen o investigan y azuzan o puede ser moderada y denunciar cuando se pueda la coacción o el entrometimiento. Se ha de respetar a aquel que se siente oprimido o investigado o asaltado en su intimidad y se le debe dejar que manifieste su desacuerdo con estas posturas que le maniatan incorrectamente. 

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