miércoles, 16 de octubre de 2013

Mi paso por la universidad no fue muy glorioso, lo hice todo como pude, no como quise pero creo que aprendí mucho de lecturas, de comprensión de teorías y del intento de descifrar el lenguaje complicado que hacen los críticos sobre las obras creadas por los autores. A veces, llega a ser tan incomprensible lo que dicen los teóricos sobre las obras que te arruinan el disfrute de las mismas.
Pero bueno. Yo aprendí, que para eso estaba.
Las notas no las considero como algo definitorio sino como algo que evaluó mi esfuerzo. Hay otro montón de circunstancias y valores docentes que evalúan, no sólo la nota. Mis notas no fueron buenas pero yo aprendí.
Ahora vuelvo a la universidad... y el profesor no viene. He estado la mañana dando vueltas buscando horarios de clases y el profesor no ha venido.
En fin, a esperar a que se llegue el próximo día de clases y a esperar también que el profesor venga.
He visitado la biblioteca, los ordenadores y el departamento de inglés con varia fortuna.
Lo que natura no da, Salamanca no presta.

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