martes, 23 de julio de 2013

La mejora de las condiciones de vida en España requiere mucho tiempo. Se han despilfarrado los recursos del Estado en época de Zapatero. Ahora, falta la ayuda y se recorta en prestaciones al ciudadano.
Este gobierno de Rajoy insiste mucho en el espíritu emprendedor: o el ciudadano se lanza por sí mismo o no hay nada que hacer.
Hay gente que abre su bar con la pobre esperanza de sacar para los gastos y un poco más.
Si los negocios son duros de llevar de por sí, mucho más ahora en que los clientes se lo piensan una y mil veces antes de exponer sus perras a una inversión por pequeña que sea.
Las tiendas ya no saben qué ofertas hacer para vender.
El que se levantaba a las seis de la mañana, ahora se tiene que levantar a las cinco y en peores condiciones. Las horas de trabajo no valen como valían antes.
Los que viven de un sueldo ven que no les llega el mismo para nada, que trabajan una semana y libran tres días porque la fábrica no da trabajo. Vivimos una crisis de superproducción: hay de todo en los mercados pero no se vende.
Dice un refrán: cuando llueve y hace viento, cierra la puerta y estate dentro.

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