lunes, 27 de mayo de 2013

Me estoy leyendo "Rayuela" de Julio Cortázar.
No creo que haya nadie que la haya leído al cual no le haya inspirado un sentimiento de extrañeza. Porque la obra esta es un tanto extraña. Cuenta la vida de Oliveira y la Maga en París.
La obra insiste mucho en la intelectualidad de Oliveira y sus amigos  y en la extrañeza que le producen a la Maga tanta referencia cultural que hacen estos en sus conversaciones.
No es este libro para recomendar a un taxista amigo tuyo. Ni tampoco a un empleado de renfe que lee best sellers de crímenes.
En los best sellers de crímenes todo pasa como tiene que pasar.
En "Rayuela" todo es un pelín complicado, lo que pasa tiene unas implicaciones sentimentales, existenciales y culturales espectaculares.
Los primeros capítulos de "Rayuela" yo no los entendí, para qué vamos a engañarnos, están llenos de vericuetos referenciales que no sé de dónde salen.
Dicen que un solipsismo es algo que solo entiende el que lo expresó: creo que hay mucho de eso en "Rayuela".
No sé si habrá alguien que entienda expresiones como: "quietismo laico, ataraxia moderada, atenta desatención" a la que siguen otro montón de referencias cultas de difícil entendimiento.
Si es difícil en la lectura seguir el hilo de lo que pasa por cauces ordinarios, no te digo algo lleno de términos cultos, explicaciones llenas de una figura retórica tras otra, referencias a filósofos y artistas de todos los tiempos. Hay que ser muy culto para entender "Rayuela". Hay que saber de filosofía, pintura, música y lenguas muertas y vivas para entender lo que dice Oliveira o lo que dice Don Julio con esas serpentinas lingüísticas que explican un estado de ánimo o una situación determinada, como por ejemplo, el hecho de estar en París una tarde lluviosa paseando.
El hecho de estar paseando por París una tarde lluviosa da para mucho en este libro pues en ese paseo se libera la mente de estos intelectuales que salen en el libro y su pensamiento abarca toda la historia musical, filosófica y pictórica de todo el mundo, desde  la India a Italia pasando, claro está, por la cultura francesa.
En fin, es un libro demasiado difícil como para querer entender "al momento". Lo mejor es tener una enciclopedia al lado e irla consultando cada poco.
También hay que hacer un gran esfuerzo intelectual para entender el espíritu que anima a los personajes, cada cual más complejo.

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