viernes, 29 de marzo de 2013

El rezo es el agua que horada la piedra. Este pensamiento se iba repitiendo en la cabeza del franciscano.
El dinero viene de la mano de la paciencia. Este pensamiento lo guardaba tarde tras tarde el mercero detrás del mostrador.
El cuerpo sin vicio atrae el deseo. Esto decía Loli "la tetas" todas las noches para su propia conciencia mientras se lavaba el germen de todas sus ganancias en una palangana.
Enseñar es poner orden en la explicación. Esto lo decía Mariano el de matemáticas aplicado en el libro de fórmulas.
Pero suele pasar que si no tenemos orden en nuestras vidas se aleja la paciencia, se pierde la fe, se convoca al vicio y termina por no funcionar nada.
Y cuando no funciona nada surten los problemas como de una fuente monumental y todo se desborda como si no hubiera quicio.

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