jueves, 3 de enero de 2013

Me alivia escribir. Escribo para defenderme de la abulia, dicho más ordinariamente, el aburrimiento. He mirado las noticias en internet, otro entretenimiento. Desde que me jubilaron por mi enfermedad, tengo un montón de tiempo libre que ocupar. He pensado que en estos tiempos en que falta el trabajo a tanta gente, en que tanta gente está desocupada, lo importante es saber qué hacer con el tiempo libre. Hoy, por ejemplo, he pasado la mañana con Juli, un amigo en el paro que paseaba por la ciudad. Me sorprende su actitud: no se pregunta por nada, tiene un sentido práctico espeluznante y además tolera muy bien su soledad.
Sin embargo yo me levanto lleno de nieblas en la cabeza, con pensamientos oscuros que menos mal que se van despejando durante la mañana.
Tengo la idea de que yo tengo "la mente compleja"; o sea, que mi cabeza va más allá del día de hoy y avanza en unas preguntas sin respuesta que me hago gratuitamente y que realmente me estorban.
El Juli dice que la nostalgia y la melancolía estropean el "celebro".
Yo me lo estropeo todos los día poniendo una serie de pensamientos en él sobre la inutilidad de la persona humana.
Ojalá haya algo que me libre de pensamientos tales y vea la vida como una oportunidad y no como tiempo que pasa inútilmente.

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