martes, 19 de marzo de 2024

 La vida me rodea y me hace más grande como en aquellos años en que la felicidad me cabía en el cuenco de la mano. Yo no pedía mucho y todo me era dado. La muerte era un accidente en la primavera. La muerte no me decía nada. Las mañanas pasaban incólumes y bonitas como flores abiertas de par en par. En un trozo pequeño de fatigas me fui haciendo cristiano, amable y sincero. Los días se hacían de una miel extensa y cristalina. Yo era ese ser especial que con todo transigía. Los abuelos fundaron la tierra, la vida pasaba a los hijos y nietos, a los que tenían la fe quebrantada, a los que exigieron y mandaron demasiado. Me estoy poniendo gordo, muy gordo y necesito andar por ahí un paseo largo.

España grave, quieta en la esperanza,

se levantará un día de estos pidiendo justicia.

lunes, 18 de marzo de 2024

                                         GENTE QUE NO SABE ESTAR


Voy a empezar por Pablo Iglesias que insultaba a sus alumnos. Cómo vas a confiar en un tío que habla con una piedra; que canta la banda sonora de starswars en un mitin; que se pone a llorar como un crío cuando la entregan la cartera ministerial; que entra en el congreso y ocupa los puestos de delante sin importarle el protocolo de la cámara de representantes; que debate en un congreso con la intelectualidad de un poetastro de quince años; en fin... Cómo te comes que su mujer infame a los jueces llamándoles machistas cuando el cincuenta por ciento prácticamente son mujeres; cómo te tragas que no reconozca su error y rectifique en la ley de los cojones que favorece a los violadores; cómo no el revolverse de tripas al oír a esta tipeja histriónica e histérica... Cómo no avergonzarse de Zapatero cuando no encontraba sitio en la foto de líderes europeos (¿estaría pimplado?) o de Sánchez en el saludo al rey que se coloca detrás de él para recibir también los saludos y tiene que venir un operario a retirarle, cómo comprendes el gesto de ajustarse el pantalón delante de su Majestad, cómo no exasperarse ante esa presentadora repitiendo como un loro " eres un icono "; cómo no cabrearse viendo a un tipo hablando en las Cortes con la mano metida en un bolsillo con unos aires de chuloputas que espanta o amenazando al estilo Vito Corleone... Si todo esto no te da repelús, bienvenido al mundo en que todo da igual, vale todo y luego no te quejes, tranquilo majete en tu sillón.

Hasta las entrañas en el abdomen se querellan.

Quien bebe a crédito se emborracha doblemente.

 España toda aquí, lejana y mía. No es España la que duele porque el pueblo tiene ojos y oídos con que ver y oír. Son sus dirigentes absurdos que no quieren la paz sino el enredo. Pero ya se llevarán la respuesta un día de estos. Cantamos todos al mañana, al futuro sin mentira, al bienestar del pueblo. Los soles que giran en el espacio, todos ellos, son un bien colectivo que surgirá de entre las lejanías y alumbrarán un día alegre y sin fisuras. Todo está en nuestra mano pero me da que nos tienen confundidos. Hablad de las escuelas y de los hospitales, no de acuerdos con criminales. Hablad del futuro de los niños y no de los que quieren comer aparte. Hablad de los problemas mentales de la gente y no de viejos dirigentes que condujeron a la gente a la separación y el odio entre familias. Todo es una gran mentira, una distracción para no hablar de los problemas reales: el paro, la educación, los suicidios...

Por el sur no existía ni luz, ni agua, ni ceniza

para unir los corazones ya rotos.

 Algo de aquel momento queda en estos palacios. Es difícil lidiar con el sol que quema las entrañas. Se acerca la hora de ir viviendo sin asideros, sin la fe del conjunto, sin la mano tendida. ¡Cuanta vida en el alma! Se separa la presunta unión de los corazones para que esos corazones sufran solos. Es una pena dicha sin convicción apenas. Quizás es mejor alejarse de un león que quiere carne. Pero siempre encontrarás otra pieza de teatrillo aún más patética. Solo se trata de tener al hermano cerca. Nos separa una vida del color del desierto. Así lo ha querido la soberbia del que estuvo mandando. Las mañanas me topo con las palabras que dicen soledades pero mejor es estar solo que con apariencias de personas absurdas. Mi acera ya ha dicho que se pisotea su verdad todos los días. Habrá que agachar la cabeza, decir que sí a todo y tirar para adelante.

Desde aquí yo contemplo, tendido, sin memoria,

las luces que un día fueron, hoy verdad irrisoria.

 Es descorazonador vivir en la ignorancia de las cosas. No me entero de nada, como me dice un amigo. Cruzo un desierto y su desolación sin nombre. La soberbia conduce al aislamiento. Impone tanto la figura de la ambición que ella sola se da de bruces contra un muro fabricado de incomprensión. Las alas de la mañana se verán cortadas por un sinfín de indiferencia. Los pájaros del amanecer pían contra la soledad. Un turbión de nubes envueltas en la decepción cruzan el cielo. No veremos el futuro con facilidad. Los escapismos cruzan la vía del tren y no llegan a ningún lado. Esta es la historia, caballeros, de un impostor que quiere hacerse pasar por perdedor. Los bueyes surcan una paz que no todos quieren. Me lo voy a pasar bien aunque sea en el desconocimiento. Las abejas siguen trabajando y trabajando. No hay nada nuevo bajo el sol. Todo está visto hace ya mucho tiempo.

Lloré atravesado de vertiginosas sombras.

Y me quedé absorto en la mañana sin saber qué pensar.

domingo, 17 de marzo de 2024

 Hay un país para el desengañado. Lo habitamos los que buscamos la verdad y no la hallamos. Los falsos y mentirosos viven en otro dominio hecho de patrañas y les va bien porque en esta vida perra, la gente compra la mentira sin preguntar. Hoy canta el pueblo una copla, la va llenando de vino y gargantas roncas. La vida es como se puede no como se quiere. A eso hay que atenerse. La madrugada pronto dio paso a la sequedad de trato, a la callada por respuesta, a lo escondido. Si no cuentas, parece que mientes de alguna manera. La calle está llena de un empedrado triste, de un olor nauseabundo, de un dolor admitido. En un jardín te he soñado, te lo he dicho con la pasión de un hombre sincero pero no apareces, no apareces.

Para saber quién es quién

pregunta por su intimidad.

 Solo ofende el que puede. Una conversación. Uno que se cree alguien y es un desperdicio humano. Es muy falso. Dicterios al gobierno reaccionario. Le hace sentir a uno mal esta puta política de ahora. Dicterios al gobierno progresista. Dicterios en el alma contra un ser que es una mentira completa. No te das cuenta de nada, dice. Pero yo, a lo mío. Leeré el periódico esta tarde, sección libros. Luego, nada más. Quizás un paseo. El dilema ya está solucionado. Ya no hay dilema. Por los largos corredores hay un mujer que chilla, que lleva un cántaro de hierro, que alucina. No hacer caso. Tomarlo como un frase sin sentido. Eso es. Lo mala que es la gente ya lo sabía, pero me tengo que cerciorar, no confundirme. Hola y adiós a partir de ahora.

Es un ser banal, materialista, despectivo,

ufano de ser quien es. Así que no vuelvo.